El viaje a Panamá fue una bendición de Dios. Pude conocer personalmente al grupo de oración de Medicina con fe, di conferencias sobre el poder espiritual del sufrimiento, presenté este proyecto de evangelizacion al Sr. Arzobispo y al Decano de la Facultad de Medicina. Fueron días de fe, amistad y apostolado. Vale aclarar que yo soy de Argentina, pero el Espíritu sopla dónde y cómo quiere, por eso me llevó al istmo de América. Al finalizar, viajé a Brasil, para encontrar a mi familia y permanecer allí unos días de vacaciones. Fueron días de descanso y de mucha alabanza al Señor por su creación 🙌🙏🙌... con el mes de enero despidiendose del calendario, llegó entonces el momento de regresar. Debo llegar a Rio de Janeiro para tomar mi vuelo... Accidente de transito sobre un puente. Acceso a la ciudad casi imposible. Reloj contando. Voy a perder el tiempo de check in. De repente el transito fluye y llego con el tiempo justo. Como no tenía los tramites previamente hechos, me asignan asiento de avión allí mismo en ventanilla. ¿Y saben qué? Como ya no disponían de lugares, me pasaron a primera clase. ¡Que distinto viajar en clase económica que hacerlo en primera clase! Eso me hizo pensar que igualmente grande es el cambio que se vive cuando uno pone una situación de enfermedad en manos de Dios. En su compañía, el mismo `viaje` se convierte en algo totalmente distinto. Entregar la enfermedad a Él, aprender a interceder con ese sufrimiento, darle eco de eternidad al dolor, es como cambiar de clase en un vuelo. Y es así, como lo que me pasó a mi... no cuesta nada, es mejor, y además convierte una situación que desgasta en otra que descansa. Sin lugar a dudas, los brazos de Papá Dios son la primera clase donde quiero vivir el viaje de mis sufrimientos! 🙌♥️✈ ¿ y tu, te animaste ya al `cambio de clase`?